ODIO el calor. Yo soy persona de frío, de frío, ¡señores! Me gustan los días lindos, sí, el solcito, el sentir el calor en mi piel. Pero no soporto transpirar la gota gorda, no saber qué ponerme, tener que atarme el pelo continuamente, no poder usar flequillo; que dicho sea de paso, fue mi gran error de verano. Me encanta como me queda, pero el calor me lo destruye enseguida. Aparte, me gusta mucho más la ropa de invierno: adoro usar botas, y camperones, tapados, bufandas y gorros. Además, siempre te podés agregar más capas. Llega un momento que en verano ¡querés sacarte hasta la piel! Y como soy mujer, no puedo andar en cuero por la vida, aunque tendría muchos más admiradores, ¿no creen?De cualquier forma, el helado es una de mis grandes debilidades, y como ya dije antes, soy persona de frío, entonces lo tomo en invierno también. No tengo una máquina para hacer helado, y siempre me frustro cuando leo una receta rápidamente y dice:
"pasarlo a la máquina y seguir las instrucciones del fabricante". Entonces, me decepciono y no hago nada. PERO recordaba haber leído que para helados frutales no hacía falta tener un aparatejo, sino un poco de paciencia, y me encontré con una sandía a punto de morir, y unas tremendas ganas de comer helado. O algo parecido.
GRANITA DE SANDÍA
Ingredientes
1/2 sandía (sin semillas, cortada en cubitos)
2 tazas de agua
1 taza de azúcar
2 claras de huevoProcedimiento
1. Comenzá por preparar el jugo de sandía, procesandolo en batidora o procesadora, hasta que sea un puré.
2. Colalo, raspando para que salga la mayor cantidad de jugo. Deberían quedarte más o menos dos tazas de jugo.
3. Por otro lado, llevá a hervor el agua con el azúcar para hacer un almíbar. Yo le agregué unas hojitas de menta para darle más sabor. Dejalo hervir por 5 minutos y pasalo a un bowl para que enfríe más rápido.
4. Una vez que el almíbar enfrió, mezclalo con el jugo de sandía y pasá la mezcla a un tupper de plástico, y al freezer.
Acá viene la parte tediosa: vas a tener que esperar más de un par de horas... pero lo vale, ¡lo juro! Más o menos a las 4 horas, pispeá a ver como está. Debería estar bien congelado, pero si raspás con una cucharita, levantarse un poquito para que puedas probar. Procesá nuevamente, y de vuelta al freezer por unas 4 horas más. La receta original decía que había que hacer este procedimiento 2 veces, pero yo no podía esperar, y lo hice solo una. Entonces...
1. Primeras 4 horas: lo procesás. De vuelta al freezer.2. Segundas 4 horas, lo procesás con la clara de huevo y de vuelta al freezer.3. Después de las últimas y agotadoras 4 horas, ¡ya podés probarlo!
Definitivamente, la clara de huevo hace una diferencia abismal en la consistencia. Hacelo sí o sí con la clara. A mi tampoco me copaba la idea del huevo crudo, pero vale la pena.Ahora, el problema fue que lo bajé a la heladera para que descongele un poquito más, y poder comerlo mejor, me lo olvidé... y ¡el horror! Se había derretido completamente. Quedó en un estado lìquido que no tuve mejor idea que volver a congelar. Never again. Si se descongela, agregaselo a un jugo, o un smoothie, o usalo como salsa, pero no lo congeles nuevamente, porque de alguna manera, se convirtió en hielo rosa y tenía sabor a... hielo, sí, adivinaste.Si no te mandás mi macana, definitivamente es una buena manera de comer fruta. Congelada, con azúcar, pero una buena al fin. PD: Sí, estoy incursionando con nuevas tipografías, no me confundí. Le gusta más? A mi sí. Tengo que tocar el código porque Blogger hace lo que quiere!!!